miércoles, 30 de octubre de 2013

Una biblioteca muy especial

El mes de octubre es el mes de las bibliotecas y leyendo una entrada en el blog de Ana Garralón, experta en Literatura Infantil y Juvenil, me ha parecido fenomenal traer aquí unas bibliotecas muy especiales, las de vuestras casas.
En su entrada plantea distintas maneras de organizar una biblioteca infantil, con las portadas a la vista.
Si tenéis espacio, los libros infantiles pueden hacer de una pared un lugar maravilloso al que mirar continuamente, según sus palabras "la idea de despertarse y tener una pared llena de libros llamando la atención me parece una de las mejores formas de animar a leer" (mucho más si la selección es buena).
Os dejo aquí una de sus propuestas, pero no es la única, por lo que no dejéis de ver su entrada. Merece la pena conocer su blog, tiene reflexiones sobre la lectura y los libros realmente maravillosas. Os dejo un enlace directo en el lateral para que tengáis más fácil acceder.



Podéis ir a la entrada en su blog pinchando aquí.

Hace unos años, Pep Bruno escribió un artículo para El Decano titulado "Libros y cuentos en casa", que da pautas para organizar una biblioteca infantil.
Os dejo un fragmento:
"En mi casa mis hijos disponen de una estantería de siete baldas que va desde el suelo hasta el techo. En la primera balda, la más baja, están todos los libros de tela y plástico, así como los libros de hojas de cartón con esquinas redondeadas. Son los libros a los que han podido llegar cuando ya gateaban. En la segunda balda hay libros de hojas duras y también algunos álbumes ilustrados. Evidentemente, cuando mis hijos gateaban y llegaban perfectamente a la primera balda lo que querían era ver los libros de la segunda; balda que sólo alcanzaron cuando fueron capaces de ponerse de pie (agarrados a algo). En el tercer estante están los álbumes ilustrados más sencillitos. En la cuarta balda tengo grandes álbumes y clásicos a los que aprecio mucho. Cuando mis hijos han llegado a la cuarta balda ya saben qué libros me importan más y saben que deben cuidarlos de manera exquisita. En la quinta balda también tengo álbumes y libros de primeras lecturas. En el sexto estante hay libros de lectura que tienen ilustraciones. Y en la séptima balda tengo libros de lectura para niños de doce años en adelante, sobre todo clásicos y libros que tienen una excelente calidad (de esos que nunca pasarán de moda). Mis hijos frente a la estantería miran hacia lo alto y sueñan con alcanzar los libros de la última balda.

Tengo una balda más, retirada y muy alta, es la de los libros especiales. Esos libros son muy deseados (troquelados, álbumes raros, libros-casa, etc.) y no tienen manera de acceder a ellos. Sólo pueden verlos como premio, cuando se han portado muy bien y siempre con un adulto. El momento de ver uno de esos libros, de contar uno de esos cuentos, siempre está cargado de emoción".


Si quieres leer el artículo entero, pincha aquí.

Espero que estas recomendaciones os sirvan de ayuda a la hora de organizar la biblioteca de vuestro hijo, de vuestra hija.
Saludos

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