Sagrario nos presenta a Dalí

El martes, Sagrario, la mamá de Martín, vino al cole para hablarnos de Dalí. Ella estudió Bellas Artes y da clases de dibujo en un instituto. 
Estuvimos en la biblioteca viendo una presentación fantástica que realizó pensando en nosotros.

Así de atentos la escuchamos.

Nos habló de lo importante que era para Dalí su bigote y de su padre, que era un señor muy serio al que no le gustaba nada que su hijo fuera tan "raro".

Así es como los han dibujado los niños:

Nos mostró este precioso cuadro titulado "Muchacha en la ventana" y nos dijo que un día vio a su hermana Ana María mirando por la ventana y le dijo: "Quédate ahí, que voy a dibujarte". Si algún día vais al museo Reina Sofía, podríais verlo allí.

¡Mirad qué guapa han dibujado a Ana María! Pero eso sí… ¡de frente!

Nos contó que conoció a Gala, su mujer (o su novia, como les gusta decir a los niños) y un día en que tenía un terrible dolor de cabeza: "Ay, como me duele la cabeza, me va a estallar", Dalí rápidamente dijo: "Ahhh, qué imagen, voy a dibujarla" y debajo puedes ver el cuadro que hizo, se titula "Galatea de las esferas".
También nos dijo que Gala era lo contrario de su padre, ¡le encantaba todo lo que hacía Dalí!

Aquí está Gala, su retrato según Mario.

A Dalí le encantaban los sueños y, como nos pasa muchas veces a nosotros, a veces tenía pesadillas. En esta ocasión de una granada (le gustaba mucho dibujar frutas) salía un pez, del que salía un tigre y del que salía otro tigre.

¡Y aquí está el sueño según Cosmin!

Otros sueños que dibujó, y nos mostró Sagrario, fueron estos elefantes con largas y finísimas patas y unos relojes derritiéndose (nos hizo fijarnos en uno de bolsillo lleno de hormigas que no está derretido)



Nos dijo que le gustaban muchos los animales y que, además de dibujarlos, tomaba fotografías de ellos en los sitios más extraños.
Las hormigas y las moscas son sus favoritos, una anécdota que compartió con nosotros fue que solía ponerse en el bigote agua con azúcar para que las moscas se acercaran y se posaran en él.

¡Como veis, les llamaron la atención las jirafas!

También hemos aprendido que a Dalí disfrutaba con los alimentos, para fotografiarlos y/o dibujarlos en los lugares más curiosos.

Y aquí están los lugares insospechados en que dibujaron los panes y los huevos Sofía e Itziar.

Además de todo lo que acabamos de ver, Sagrario también nos habló de que Dalí tenía dos amores: su bigote (que le encantaba) y su mujer (de la que siempre estuvo enamorado).

Como veis Martín escuchó con mucha atención la exposición de su madre y quiso dejar plasmado todo lo que nos contó.

Al final de su charla nos regaló unos bigotes para que fuéramos Dalí por un ratito.

Muchas gracias, Sagrario

¡¡¡Ha sido fantástico conocer a Dalí contigo!!!