Llegamos al último tramo de este viaje, con el que nuestros viajeros darán la vuelta al mundo pero…, ¿habrá sido en 80 días?, ¿ganarán la apuesta hecha por Phileas Fogg en el Reform Club de Londres?
Hasta el momento parece que todo va fenomenal y llegarán a tiempo, pero hay todavía que hacer un trayecto en tren atravesando Estados Unidos, de este a oeste, desde New York a San Francisco.
Julio Verne escribió su libro tres años después de la construcción de esta vía, sin ella el título seguramente hubiera sido otro porque no podrían haber hecho el viaje en 80 días.
De la construcción de esta línea de ferrocarril y del viaje en este tren habla el libro álbum Locomotora, escrito e ilustrado por Brian Floca y editado en español en 2016 por Planeta de Agostini (premiado en 2014 con la Medalla Caldecott, prestigioso galardón en Estados Unidos).
Ha sido una feliz coincidencia poder contar con este libro para explicar a los niños lo que supone un viaje tan largo, así como lo importante que fue para los habitantes de Estados Unidos poder atravesar el país en tan solo siete días.
Es un completo diario del viaje: los viajeros y su actividad desde que suben al tren hasta que llegan a su destino, lugares por los que pasa y cómo modificó el paisaje la construcción de vías, puentes, túneles…; características del tren y su funcionamiento… Todo ello acompañado de unas preciosas y significativas ilustraciones.
Los viajeros de La vuelta al mundo en 80 días toman este tren, En este capítulo de la serie de televisión nos cuentan detalles sobre la construcción de este tren, y también que una manada de búfalos retiene su marcha hasta que pasan todos.
También en este trayecto, les atacan los indios siux (fue así como llegaron los indios de playmobil al aula) y se llevan a Rigodón. Phileas Fogg va en su busca, perdiendo de esta manera el tren. Cuando rescata a su mayordomo la única solución para volver a subir es haciendo un tramo en trineo.
Al hablar de Estados Unidos es inevitable hablar de los rascacielos (para que no se les olvidara el nombre les decía que son tan altos que rascan el cielo) que hay en sus grandes ciudades y también de la estatua de la Libertad que se encuentra en la bahía de New York, con un libro en una mano y una antorcha en la otra.
Y desde San Francisco, un barco los llevará de vuelta a Londres donde, tras un momento de duda, descubrirán que han ganado la apuesta.
¡¡¡Felicidades, queridos viajeros!!!
Aquí os dejo este último episodio.
En el aula recordamos muchos de los objetos y monumentos de los que hemos ido hablando con estas tarjetas; los mayores buscaban las sílabas para formar sus nombres.
Y a lo largo del viaje, fueron sellando los pasaportes, poniendo algún detalle que nos recordará esos países por los que fueron pasando Fhileas Fogg, Rigodón y Aouda. Imagino que os lo habrán enseñado cuando visteis sus trabajos.
Compartimos un viaje muy especial con Madlenka (contado por Peter Sís y editado por Ekaré), una niña a la que se le mueve un diente y va por su barrio diciéndoselo a todo el mundo: al Sr. Gaston que es francés y panadero, al Sr. Shingh que vende periódicos y es de La India, al Sr. Ciao que es italiano y vende helados, a la señora Greem que es alemana y sabe muchos cuentos…
Aquí llegó el final del viaje, aunque tarde, espero que haya llegado a buen puerto.
Muchas gracias, familias, por los materiales que habéis compartido con nosotros y que han permitido que el proyecto se enriquezca.
Un abrazo grande