En cuanto llegamos, tomamos el almuerzo y nos preparamos para entrar al museo.
Lo primero que vimos fue a nuestro querido planeta Tierra, era enorme. Un foco que hacía de Sol la alumbraba y pudimos ver que por la parte donde estaba el foco era de día mientras que al otro lado estaba oscuro, era de noche. Pero como la Tierra va dando vueltas no estará de noche o de día siempre en el mismo sitio, sino que irá cambiando.
No tuvimos tiempo de ver mucho más (bueno, sí, un montón de fósiles de dinosaurios y esqueletos de animales, pero en los que no nos pudimos parar mucho porque había que ir a los talleres).
Comenzamos en el planetario Burbuja y allí Juana, nuestra monitora, nos contó la historia de Tina y Paco, qué cosas hacían durante el día y cómo el Sol se iba cambiando de posición en el cielo según pasaba el tiempo.
Además en su colegio estaban viendo el Sistema Solar. Algunas cosas ya las sabíamos, pero había que estar muy atentos porque otras no.
Pudimos ver y tocar una luna con sus cráteres y nos contó Juana que es el único satélite que tiene la Tierra, que da vueltas alrededor de la Tierra, y que está hecho de roca y polvo.
Además nos enseñó todos los planetas del Sistema Solar, para que viéramos la diferencia de tamaño que hay entre unos y otros y nos fue contando algo sobre cada uno de ellos.
Nos presentó a Rafa, un ratón que se puso su traje de astronauta y nos invitó a ir a la luna con él, teníamos que llevarnos agua y comida porque allí no hay, también una botella de oxígeno porque sin ella no podríamos respirar.
Además nos metimos en una nave espacial desde la que se veían un montón de constelaciones y sus favoritas fueron la osa mayor y la del cisne.
De esta parte no tenemos fotos porque estábamos a oscuras.
Además estuvimos en otra sala que se llama "Toca, toca" en la que nos fueron presentando animales y, a los que no eran peligrosos, ¡¡podíamos tocarlos!! Así pudimos sentir cómo es la piel de la estrella de mar, el pepino de mar, una falsa cobra, el dragón barbudo, tortugas de agua y de tierra...
También en vitrinas pudimos ver algunos muy venenosos como la víbora, las anémonas, el escorpión, la cobra...
Fue un día de verdad intenso. Pero ellos volvieron felices con todo lo que habían visto y experimentado.